Entrevista a Fidel de la Peña

Continuamos con la segunda entrega de esta sección de entrevistas a los pilotos de antaño de los rallyes de Cantabria. Nos dirigimos hacia el Club Parayas, en Maliaño, con la intención de charlar con uno de los pilotos más rápidos que hemos tenido en los rallyes de esta región. Nos referimos a FIDEL DE LA PEÑA, que muy amablemente nos hace un hueco en su apretada agenda. Sin más preámbulos, comenzamos la entrevista.
-Eduardo Lastra: Esta pagina web intenta dar toda la información sobre rallyes de Cantabria y queremos hacer llegar a la gente esas épocas antiguas, el pasado de los rallyes de nuestra región. No hay practicamente información, y cuando la gente quiere saber un poco más, encuentra muy pocos datos y anécdotas. Queremos con estas entrevistas intentar cubrir un poco ese hueco y recuperar datos y curiosidades que de otro modo se perderían.
No queremos lo típico; el palmarés del piloto y datos fríos, sino una entrevista con anécdotas, una entrevista entre amigos, en la que intentaremos recoger tu amplia trayectoria en el mundo del automovilismo y aportar algo más, en forma de anécdotas que nos puedas contar, experiencias, etc..
-E.L.: En tu familia el automovilismo se ha vivido siempre de una manera especial ¿de que manera te iniciaste en esto de los rallyes?. ¿Qué persona, si es que la hubo, te contagió el gusanillo?
-Fidel de la Peña: Yo recuerdo a una persona, Ricardo Martínez, hermano del ahora presidente de la Federación de Remo, ha sido presidente de la Federación Cántabra de Automovilismo, cuando era delegación y lió a mi padre, cuando yo tenía 15 o 16 años, y aquí empecé yo con muy padre a correr de copiloto en los rallyes de regularidad. Yo creo que ahí fue donde empezó de verdad mi afición por el automovilismo. En mi casa yo he tenido todos los inconvenientes del mundo para correr. Cuando corría yo decía que me iba a una boda, o cualquier otra excusa; en mis principios mis carreras acababan en galletas, debido a la presión que debía de soportar. Siempre corría con el coche de mi hermano; un R8, luego un 1430... y así empezó todo, hasta que en 1977 me compré mi primer coche de correr: un FL 1430 de grupo 1. Seguido me compré un 124-2100 grupo 5, hasta que en 1978 tuve un accidente gravísimo, cuando corría con J. A. Sañudo; él se rompió una pierna y no nos matamos de milagro. En el tramo de Ibio reventó una rueda, en quinta, y nos chocamos de frente contra un árbol enorme que hay casi al final. Seguido me compré el Opel Kadett, en el año 1978.
-E. L.: He oído algo de un Alpine. ¿tu has llevado alguna vez Alpine?
-Fidel de la Peña: Si, si...era un 1400 o algo así. Lo compró mi hermano en Barcelona y corrí con él en Peña Cabarga. Era mi primera subida y allí mismo me tuvieron que coser la lengua que me quedó colgando; justamente al llegar al llano, después del bar, en la derecha izquierda después del puente. En la cocina de lo que hoy es el bar me cosieron a mi la lengua. Yo no tenía ni idea: se me escapó de atrás y yo corregí, pero en plan bestia y el coche se giró y choqué de frente contra una roca. El Alpine andaba mucho pero era un coche muy delicado; yo sin entrenar, ni probarlo ni nada, me puse a correr y pasó lo que pasó.
-E. L.: Mis primeros recuerdos de Fidel de la Peña, siendo yo chico, se remontan a finales de los setenta, a los mandos de un Opel Kadett de aquellos antiguos, con propaganda de Los Peñucas y de Motul. Este fue el coche con el que empezaste a cuajar buenos resultados....
-Fidel de la Peña: Fue mi primer rallye con ese coche y mi primera victoria. Recuerdo que ese rallye lo gané sin carnet de conducir. Me lo acababan de quitar un mes por un pequeño golpe en la ciudad, en el que no pasó nada. Fue el Rallye Pub Orconera, un pub que estaba enfrente del Caracol, en Guevara; era un rallye importante.
-E. L.: Aquel Opel Kadett creo que iba en grupo 1, equivalente hoy a un grupo N. Sin embargo andaba bastante ¿qué preparación llevaba? ¿qué motor llevaba aquel coche?
-Fidel de la Peña: Ese coche se lo compré a un francés, a un tal Miguel Iraola, en Hendaya. Era un 1900 y daba 130 cv.; estaba preparado por un alemán, por Irmscher y es el mejor coche que he tenido yo en mi vida; no tuvo una avería jamás: ni de cambio, ni de motor; solo me preocupaba de hacer la dirección cada rallye, ponerle amortiguadores de ver en cuando, frenos, cambios de aceite...era una maravilla de coche. Recuerdo que me costó al cambio 452.000 pesetas. Era un coche extraordinario; gané el primer rallye y en el segundo, un Rallye Radio Nacional de España, ya en 1979, quedé segundo y me decidí a hacer el campeonato de Castilla. Fue una sorpresa, porque había gente ya consagrada por entonces y en mi primer rallye en Madrid, donde corrían Porsches y unas máquinas impresionantes, sorprendentemente a mitad del rallye me dijeron que yo iba líder. Pensé que se habían vuelto locos. Quedé segundo en aquel rallye y es cuando yo me hice un nombre. Te puedo decir que yo era más conocido en Madrid que en Cantabria. Allí le daban mucho más valor a lo que yo hacía que aquí.

Documento de la época, con el primer Kadett en la IX Subida a Peña Cabarga. Debe de ser hacia 1978. Es la foto más antigua que tengo de Fidel en mis archivos. Fuente: periódicos locales.

-E. L.: Recuerdo que fue un bombazo en Cantabria tu fichaje por el equipo "Rothmans". Tu ibas a correr con el Kadett en gr. 1 haciendo equipo con Jorge de Bagratión, que peleaba por el Campeonato de España con su Lancia Stratos, auténtica bestia negra de los rallyes a nivel mundial. ¿Qué supuso este fichaje para ti? ¿cómo fue aquella aventura en lo deportivo y en lo personal?
-Fidel de la Peña: Era un equipo semioficial, pero fue el mayor error que cometí en mi vida, por la mala suerte. Para ese año me compré un Opel Kadett grupo 1, pero ya de dos litros; un coche en teoría superior al anterior, pero fue una desgracia tras otra. Ese mismo año salió el Opel Ascona, pero yo no tenía entonces dinero para comprarme ese coche y compré otro Kadett de segunda mano. Por mi trabajo no pude ir ni a probarlo. Un amigo mío lo probó, me llamó por teléfono, me dijo: "esto va bien"; llevaba el dinero para comprarlo y lo compró, creo que por un millón de pesetas de entonces, a finales del año 1979 o comienzos de 1980. Ese coche era una auténtica porquería, no andaba ni la mitad que el otro. La pega es que de esto me di cuenta después de 4 o 5 pruebas del campeonato. El 1900 tenía 4 velocidades; este ya tenía 5 y yo nunca había hecho pruebas en un tramos para ver si andaba mejor o peor; a mi entonces me gustaba correr, ni tenía tiempo ni medios para hacer pruebas. El coche me lo trajeron así y corría con él sin más. Corrí el Costa Brava, entonces el rallye más importante de España. Era mixto asfalto-tierra y allí se rompió la transmisión; lo mismo que el 1900 no me dio jamás un problema, con este fue una rotura tras otra. Gasté aquel año lo que no tenía: lo llevé a Alemania, a Francia, a los mejores preparadores: no hacían vida de él y cada día se rompía algo. Fue un experiencia tremenda; entonces estaban en grupo 1 Esteban Gª Campijo, Sallent, Fredi con un Simca...había muchos pilotos muy buenos entonces en grupo 1 y yo era el último de la fila. Recuerdo en el rallye Costa Brava, quitando un tramo que hice primero de gr. 1, en los demás me pasaban por encima. Decidí entrenar un poco más y así al quinto rallye les ganaba a todos, incluido Mariano Lacasa, aragonés, campeón de España de grupo 1. Les ganaba a todos mientras me duraba el coche. Recuerdo que en un rallye, era en La Rioja, iba yo líder hasta que el motor dijo basta. Cuando repararon el motor dijeron que como era posible que con ese coche yo podía ir haciendo los tiempos que hacía, porque estaba hecho una ruina. Me lo prepararon; entonces el coche iba como una bala pero se rompía el motor; volaba pero no duraba más de tres o cuatro tramos. Yo le insistí que quería ir un grupo 1 pero dentro de la legalidad. No se lo que hizo en ese motor, pero volaba: recuerdo que hice los primeros tramos de lo que era el Firestone ganando el grupo 1 y dentro de los 10 primeros scratch, con Bagratión, Vatanen, era cpto. de Europa de máximo coeficiente...hasta que volqué. Ahí me cambiaron por primera vez los amortiguadores, de Bilstein a De Carbon; el coche levantaba mucho la pata, nunca me había ocurrido en el Kadett, vi que si seguía a ese ritmo iba a volcar y volqué. También es que yo era todo corazón, iba a más de lo que yo podía, tenía tantas ganas de triunfar y demostrar lo que valía que al final se fue todo al garete. Tres años después me compré el Ascona y me di cuenta del grandísimo error que fue no haber podido entonces comprar el Ascona. Yo me peleaba con Lacasa, que tenía el Ascona y vi cuatro años después lo que era aquel coche. Estoy convencido de que mi vida hubiera cambiado totalmente de haber tenido aquel año un Ascona. Pero bueno, todo se fue abajo; en 1981 tuve que volver privadamente.

Otro documento de la época: la presentación del equipo oficial Rothmans en Santander; creo que fue en el hotel Chiqui. Esto fue un auténtico bombazo en Cantabria. Será hacia 1979. Fuente: periódicos locales.

Bajo los colores de Rothmans, en una Subida a la Bien Aparecida, me suena que en 1979. Aquí yo tenía 9 años y me escapaba a ver las carreras con una cámara prestada ¡que tiempos!.
Foto E. Lastra ©

E. L.: Corriendo con los colores de Rothmans ganaste el Dos Castillas, primera vez, y creo que única, que lo ganó un cántabro. Ganar el Dos Castillas entonces no era cualquier cosa ¿quiénes fueron tus principales rivales? ¿qué recuerdos guardas de este campeonato que ganaste?
-Fidel de la Peña: Fue el año 1979, antes de correr con Rothmans. En Cantabria nadie lo había conseguido. Esto fue como ganar un campeonato de España, pero privado, contra los equipos oficiales que entonces había: Zanini, Bagratión, Cañellas, Etchebers...aquello era imposible. Ganar el campeonato de Castilla absoluto fue tremendo; por eso me fichó el equipo Rothmans. Fue muy difícil porque estaba Ignacio Rueda con su Alpine, Fernando Medina, Alfredo del Aguila...ganar este campeonato a toda esta gente fue para mi un gran espaldarazo; en Madrid era un fenómeno para los aficionados de allí. Pero aquí, en Cantabria, no tuvo la misma repercusión. En Cantabria se habla de automovilismo cuando ganas una prueba del mundial, o Puras que ha arrasado en el Campeonato de España. Pero quitando esto....la verdad es que los pioneros, los que hemos empezado con esto hemos preparado mucho el camino a los que han venido detrás. Te puedo decir que, quitando aquella ayuda de Rothmans, jamás me ha dado nadie un duro, todo ha salido de mi bolsillo: si llevaba Motul era porque me daban unas latas de aceite...

Los diarios locales se hacían eco de esta forma, cuando Fidel y Martín ganaron el Dos Castillas. Un hito en el automovilismo de nuestra región, que nunca fue suficientemente valorado. Fuente: periódicos locales

E. L.: ¿Qué recuerdos te han dejado estos años setenta en la memoria?
-Fidel de la Peña: Veo que ahora hay una gran facilidad para el piloto privado que no tiene medios. Las copas de promoción son una ayuda impresionante, que entonces no existía; creo que estaba el Desafío Talbot, que era la única copa, pero no tan asequible como ahora. Ahora mismo hay en las Copas unos premios extraordinarios, primas de salida, ayudas en la compra del coche, en la preparación...realmente ahora mismo hay más posibilidades para correr. Entonces es lo que se echaba en falta, lo que ahora sobra. Antes iba todo del bolsillo de uno y ahora mismo un piloto que ande un poco rápido y que no se de una bofetada, terminando entre los cinco primeros de la copa cubre gastos. Antes esto era inviable. También había una gran diferencia entre participar por participar e ir a ganar; intentar ganar, aunque fuera un regional exigía tener el coche mucho más a punto, más ruedas...todo era cuestión de más dinero, ya que sólo el mantenimiento era una ruina. Al final yo lo tuve que dejar porque me arruinaba; por mi hubiera seguido, incluso correría ahora.
-E. L.: A principios de los ochenta ya compraste un coche muy competitivo como fue el Renault 5 Turbo, uno de los mejores coches de asfalto del momento. Recuerdo que estuve en aquella III Subida al Collado de Cieza, donde estrenaste el 5 Turbo con un tercer puesto por detrás de Carlos Rodríguez y Cabo ¿qué te decidió a echar el resto y traer un coche tan puntero como aquel R 5 Turbo, con el que tanto disfrutamos todos los aficionados de Cantabria?
-Fidel de la Peña: Mi desgracia es que aquí no había absolutamente ninguna persona que supiera ponerlo a punto; ni el tema de neumáticos. Después vino Puras que preparó un equipo de mecánicos que tenía su padre en el taller, se dedicaron al coche, fueron conociendo el vehículo y ahora mismo esos mecánicos se han instalado todos profesionalmente y son unos preparadores extraordinarios. Entonces si que me habrían venido a mi bien esos mecánicos, pero vuelve a parecerme que yo he allanado el camino a otros que han venido detrás. Yo recuerdo que llevaba el coche aquí a la Renault a Santander y por teléfono el jefe de mecánicos hablaba con Madrid para una triste puesta a punto a ver que había que hacer....era tremendo. Pude comprar el coche, pero el mantenimiento era imposible. Me traje uno de los primeros R 5 Turbo que vinieron a España. Cuando estaba de serie era todo muy bonito, pero a lo hora de competir exigía otras cosas; ni yo sabía ni había nadie aquí que pusiera a punto aquel coche. Mantenerlo fuera de Cantabria era para mi imposible. La historia de ese coche fue muy corta, porque era una ruina
-E. L.: El primer gran resultado con el 5 Turbo fue aquel segundo puesto en el IV Peñucas de 1982, por detrás de Alfredo del Aguila, en un rallye que recuerdo muy complicado ¿cómo viviste aquel duelo con "Daniel"?.
-Fidel de la Peña: Entonces corría con el seudónimo de Daniel, creo que por motivos de trabajo; ahora creo que esto está prohibido. Tuve mala suerte porque recuerdo que el coche me llegó la víspera del rallye a las 10 de la noche, lo trajo mi hermano de Madrid. Lo acababan de preparar en Madrid, pero solamente a nivel de suspensiones, no hubo tiempo para hacer nada en el motor. En ese rallye yo estaba también en el tema de la organización, era Copa de España con preinspección para subir al Campeonato de España. Ese primer Peñucas que corrí con este coche llovía una barbaridad. Fui a Alisas nada más llegar mi hermano, a las 12 de la noche, a probar el coche, con agua y vi que me mataba con ese coche. Llevaba ruedas de serie y pensé: " si en el primer tramo mañana el coche me hace esto, me retiro" porque a 40 me salía. La suspensión nueva se cambiaba manualmente, y al día siguiente, sin saber, la puse blanda con idea de ir endureciendo si iba secando. Esto nunca lo había hecho porque era muy difícil. Total que con agua en los primeros tramos Alfredo me iba ganando. El primer día con agua me sacaba medio minuto aproximadamente. El segundo día ya en seco hice todos los scratch pero fue insuficiente porque eran tramos muy cortos: Salcedo, Argoños, etc.. Fui enjuagando tiempo pero al final me ganó por 10-12 segundos. Yo tenía mucha ilusión por ganar este rallye, pero te puedo decir que en este rallye es en el que peor historial tengo de todos los que he corrido; nunca lo gané y abandoné más veces de las que terminé.

El primer rallye importante con el Renault 5 Turbo, el IV Peñucas de 1982, con un buen segundo puesto tras Del Aguila. Esto es el tramo de Salcedo, la zona del refugio.
Foto E. Lastra ©

-E. L.: 1983 fue el tercer y último año con el 5 Turbo. Ganaste con él el Rallye Auto Estrada e hiciste buenas clasificaciones en otras pruebas. Sin embargo, el coche te falló en los dos rallyes más importantes: el V Peñucas, peleando con Carlos Sáinz, y el X Ciudad de Torrelavega ¿esto fue la causa de que dejaras el 5 Turbo? ¿por qué se rompía este coche en las pruebas largas (recuerdo que también se te rompió en el Villa de Llanes y en el Príncipe)? ¿fue entonces cuando vendiste el coche en Cataluña a Frígola?
-Fidel de la Peña: El V Peñucas te diré que estoy convencido de que podía haber ganado a Carlos Sáinz. Tenía un problema: acababa de traer el coche de un preparador asturiano que descubrí, un tal Palacios, y era que al meter la segunda, si no tenías cuidado podías engranar la marcha atrás entonces me pusieron una chapita para impedir que ocurriera esto al reducir. La pusieron tan ajustada que de tercera a segunda jamás me entraba la segunda. Recuerdo que en el primer tramo, Alisas, me sacó Carlos Sáinz 5 segundos. Yo de tercera tenía que pasar a primera, entonces tenía que frenar más para no pasarle de vueltas; de no tener este problema, creo que le hubiera ganado. En Llueva le gané y en otros tramos me ganaba por muy poquito; pero yo siempre con el handicap que he comentado, ya que la segunda en aquellos tramos se empleaba muchísimo. Terminó la primera etapa sacándome muy pocos segundos y llegué al segundo día con unas ganas tremendas de recuperar. Salí del parque cerrado con el motor en tres cilindros, hice Alisas con una humareda tremenda y ya en Arredondo me retiré. Yo creo que el preparador en el reagrupamiento me hizo algo para darle más potencia al turbo y lo jorobó. En el X Ciudad de Torrelavega, el rallye era totalmente de noche y creo que me retiré. Recuerdo que el primer tramo empaté con Fombona en Cildad. Me parece que bajé a vela Carmona y me retiré al final del tramo, no sé el motivo. No me dio muchas alegrías el R 5 Turbo. En Llanes fue una burbuja en la refrigeración, subió la temperatura y me tuve que parar. Los primeros tramos iba ganando a Juan Carlos Pradera, iba entre los primeros pero nunca acababa. Mientras duraba el coche siempre estaba arriba, pero luego siempre me pasaba algo y al final nunca estaba donde debía. Gracias a Dios, vendí el coche a Frígola en Cataluña, porque para mi era una ruina.

Con el Renault 5 Turbo en el V Peñucas de 1983, peleando con Carlos Sáinz. Estamos en el tramo de Limpias.
Foto E. Lastra ©

-E. L.: En los ochenta, con el 5 Turbo y luego con el Ascona, tuviste importantes enfrentamientos deportivos con otros pilotos de la región. Con Manolo Cabo fueron épicos y muy intensos. Recuerdo cuando, en un rallye de San Vicente, en el cual corristeis los dos como locos, Cabo penalizó por error 1 minuto por adelanto en el último control y le ganaste el Rallye. Jaime, su copiloto, incluso lloraba. ¿qué anécdotas y recuerdos guardas de tus enfrentamientos deportivos con Cabo, con los que tanto disfrutamos los aficionados? ¿qué destacarías de él como piloto?
-Fidel de la Peña: Acabábamos los rallyes empatados o al segundo, pero siempre le ganaba yo. Aquel Rallye de San Vicente es el rallye en el que más rápido ha corrido Manolo Cabo en su vida. Era su zona y tuvo muy mala suerte. El único rallye que me había ganado, penalizó en el último tramo por adelanto. Estábamos antes del último control todos hablando allí, felicitando a Manolo porque había ganado. Subimos a los coches y yo estaba detrás de él. Mi hermano se extraña y me dice: "este se ha adelantado un minuto, Manolo ha penalizado" "como va a penalizar" "que se ha metido un minuto antes" "joder Victor, te habrás equivocado tu" "que no, coño, que ha sido él". Manolo jamás había penalizado en un control y me daba miedo que nos hubiéramos equivocado nosotros. No me podía creer que él se hubiera equivocado. Me daba una pena impresionante, de verdad. Recuerdo que cuando me daban a mi el trofeo yo dije: "este trofeo se lo doy al vencedor moral, que ha sido Manolo Cabo", entonces me dan por detrás y me dicen "¿te importa volverlo a cambiar? es que ya lo habíamos cambiado para que Manolo tuviera el premio al primero". Son anécdotas curiosas.
Manolo Cabo era un hombre muy explosivo, era muy difícil ganarle. Habría sido casi imbatible en un solo tramo, tipo rallysprint. Pero en un rallye con varios tramos bajaba algo. También observé que cuando le sacabas de la zona de San Vicente seguía siendo muy rápido, pero no era tan imposible de ganar. Aquel rallye de San Vicente para mi era imposible ganarle. Sin embargo, en otras zonas ya peleaba con él y, aunque la fortuna me sonreía a mi al final, le ganaba por un segundo, o empatábamos y le ganaba por mejor tiempo en el primer tramo. Realmente eran unas batallas tremendas. Nunca se me olvidará un Rallye de Cóbreces que, antes del último tramo, Cildad al revés, me ganaba por un segundo y yo le tenía que ganar por dos, ya que en el primer tramo él me había ganado. Le gané por dos segundos. La bajada a Novales fue a muerte. Con Manolo Cabo he tenido grandes batallas pero nunca he tenido ningún problema con él, nos hemos llevado muy bien. Había un ambiente extraordinario.
Fernando Crespo era un piloto muy rápido, pero siempre con muy pocos medios. Javier Aguinaga se hizo hasta mecánico, preparaba sus motores porque no tenía medios. Paco Martínez me daba envidia, ver como toda su familia se volcaba con él; era un piloto rápido con el cual hacíamos siempre tiempos muy parejos. Con el Ascona corrió incluso fuera de Cantabria haciendo muy buenos papeles. Fue el primer gr. 1 que ganó un rallye del cpto. de España...era un piloto muy rápido. Luis Pla era todo manos, con una ilusión tremenda; me une una gran amistad con él, es una muy buena persona.
Antes éramos todos una piña. Yo recuerdo que fuimos a correr a Soria, un Firestone-Soria, y llevaba el coche, el Seat 2100, en el camión, y fuimos un montón de pilotos de Cantabria. Pla tuvo un problema con su R8 y rompió. Al final tuve que venir yo con el 2100 por carretera y su coche en mi camión. Nos ayudábamos todos, había un ambiente extraordinario. Ahora veo que es más importante ganar que una buena amistad y hay gente que trata de ganar por todos los medios, no importa como ni de que manera. Creo que no hay tanta amistad entre los pilotos como antes; hay muchas rencillas. Hay que ganar, no importa como. Es la impresión que yo saco ahora del automovilismo.
No quiero dejar de mencionar a Alberto Gómez Amigo. Es un hombre extraordinario. La época de mis éxitos él no estaba en España, pero yo he sido un fan de él. Cuando yo empecé a correr con mi padre de copiloto, Alberto para mi era entonces como un dios: corría con el R8 y con el Alpine. Era una pena que no tuviera medios, porque con la ilusión y las manos que tenía hubiera llegado lejos en esto. Ha sido un hombre luchador que ha vivido por y para el automovilismo. Recuerdo que antes de ser piloto era un tuerca y era una maravilla hablar con él.
Entonces los coches eran mucho más espectaculares que ahora: el sonido, la tracción trasera...los coches ahora van más rápido pero tu no lo aprecias a la vista y no te llenan tanto como en aquellos Firestone, que era el rallye más importante de España, y donde corrían Rohrl, Vatanen, Darniche, Zanini, Bagratión...todos ellos con coches oficiales. Yo creo que en el automovilismo su mejor época pasó. Cuando yo corría el cpto. de Castilla iba a Madrid a correr con un juego de agua y otro de seco; nada que ver con lo de ahora. Yo jamás he dado más de tres pasadas por tramo, porque mis medios y mi trabajo no me lo permitían. Hoy hay pilotos vulgares que dan muchas más pasadas que los demás y parece que van rápido, pero nunca dejarán de ser vulgares, así de claro. En este sentido, el último rallye de Santander ha marcado un antes y un después.

Esta es la crónica de los diarios, el día después del I Rallye San Vicente de la Barquera, creo que de 1983. La lucha fue épica entre Fidel y Cabo. Recuerdo que la afición estaba revolucionada; era el tema de conversación tanto de los forofos de Cabo como de los de Fidel. Fuente: periódicos locales.

-E. L.: A principios de 1984, sin coche, alquilaste un 911 a Promoservice y ganaste el Rallye El Coto en Puente Viesgo ¿qué recuerdo guardas de esta fugaz experiencia con el 911?
-Fidel de la Peña: Fue una experiencia impresionante, porque es el coche con el que más rápido he corrido en mi vida. El coche que más andaba de todos y el mejor motor, pero ni frenaba ni se tenía. Tenía además un problema: los anclajes del asiento estaban soldados y yo no llegaba a los pedales; lo más incómodo de mi vida. En el primer tramo, Castillo Pedroso, hice un trompo y perdí un minuto. Luego en los demás tramos era una bomba. En la segunda etapa, en la Braguía estaba lloviendo y yo llevaba slicks: no he pasado más miedo nunca. Fue una experiencia buena porque nunca había conducido un Porsche. Gané sin problemas, por lo mucho que andaba el coche, a pesar de lo poco que frenaba y se tenía.

Fidel ganando el Rallye Restaurante El Coto, en Puente Viesgo, en 1984, con el Porsche 911.Curiosidades de la foto: el niño de la izquierda es Manolo Cabo, que ahora corre con el Saxo Kit Car. Pero no acaban aquí las curiosidades: el rubito de la derecha, de espaldas, es su hermano, Jonathan Cabo, reciente vercedor del Rallye-Fórmula Pro Gargo.
Foto E. Lastra ©

-E. L.: El mismo año, para el I Rallye Ciudad de Santander-Peñucas, según recuerdo, le compraste el Opel Ascona 2000 gr. A a Michael Wallem e hiciste un extraordinario cuarto puesto, por delante incluso de Cardín con el 037. ¿qué te impulso a decidirte por aquel coche, el mítico B-9710-FH, con el que tuviste tantos éxitos?
-Fidel de la Peña: Una vez que vendí el 5 Turbo yo quería comprarme otro coche, pero no sabía cual. Desde el año 80, que no pude comprarme el Ascona por falta de medios, tenía la espina clavada. Wallen había llevado el coche a Alemania, había hecho una buena preparación, era un grupo 1...un coche menos complicado que otros para conducir, con una grandísima estabilidad y andaba bastante; Michael lo había dejado muy bonito. Tenía ilusión y cuando tuve la posibilidad de comprarlo no me lo pensé dos veces. Me dio muchas satisfacciones, gané muchos rallyes con ese coche. En el rallye nuestro también tuve muy buenas peleas; aunque era un problema, porque yo me preocupaba más de la organización del rallye que de correr. Cardín era un hombre que andaba mucho. El que no entienda de esto puede pensar que no, pero con aquel coche había que tenerlos muy bien puestos para batir el record de Alisas cuando se hacía hasta el hito 21. Era un piloto rápido pero cuando los tramos se complicaban no le apetecía arriesgar. Recuerdo un rallye Vidal de la Peña, él con el Lancia, me sacaba medio minuto en Alisas y yo se lo recuperaba en Secadura; ahora recuerdo que esto fue con el R 11...a veces mezclo años y coches, han sido muchos años. El año 88 fui campeón de Cantabria de Rallyes y de Montaña, el 89 lo dejé; o sea que me retiré ganando pruebas.

Una de las primeras pruebas con el Ascona: segundo puesto en la Subida al Collado de Cieza de 1985.
Foto E. Lastra ©

En 1985, Fidel cosechó otro segundo puesto en el Rallysprint Esc. Montañesa, tras Paco Martínez. Fue la primera vez que la Escudería Montañesa organizaba una prueba de esta envergadura. Es el tramo de Salcedo.
Foto E. Lastra ©

-E. L.: Al poco tiempo de estrenar el Ascona, hiciste un magnífico séptimo en el Rallye Valeo de Madrid, que ganó Carlos Sáinz. Aquel Ascona fue el coche con el que conseguiste mayores éxitos y campeonatos y con el que se te veía más a gusto, efectivo y superespectacular. ¿Qué preparación llevaba aquel coche? ¿qué nivel de potencia y chasis? ¿qué tenía para que te tiraras de esa manera, en cruzadas interminables?
-Fidel de la Peña: Lo más importante de un coche, y yo recuerdo el Opel Kadett, lo que yo preparaba siempre era la dirección. Simplemente hacía la dirección. Yo salía del taller, no pasaba de 80, daba tres o cuatro curvas y hasta que no tenía la dirección a mi gusto no paraba. Luego no lo tocaba hasta el día del rallye. Entonces ya iba a muerte porque sabía que el coche me respondía. Lo más importante para mi en un coche era la estabilidad, más que la potencia. Te hablo de que el Kadett 1900 tenía 130 caballos y cuatro velocidades, pero cuando aquel coche se lanzaba ya podías tomar las curvas como quisieras que el coche se tenía. Una vez que me daba confianza, yo mismo veía que me tiraba, me metía hasta adentro, etc.. Yo recuerdo cuando Alisas se hacía hasta el alto, Puras y Etchebers me metían más de medio minuto hasta el alto, desde el hito 9. Un año que se hizo hasta abajo del todo, el scratch que fue Puras me sacó 19 segundos. Yo bajando con el Ascona estoy convencido de que no me ganaba nadie. Con otro coche a lo mejor no. En la Braguía con el Kadett no me ganó nadie. Recuerdo un rallye de Puente Viesgo que corría Lezama con el 5 Turbo, Miguel Martínez con el Porsche, Paco Martínez con el Ascona, etc., en la Braguía yo les ganaba siempre. Recuerdo subiendo que había una zona de grava y seguido una curva a izquierda. Yo tenía marcado en las notas frenar después de pasar la grava, porque me daba confianza el coche. Los demás frenaban antes y aquí les sacaba segundos. Iba líder de ese rallye, se hizo Hijas, se suspendió Castillo Pedroso y después de la Braguía iba líder. Me tuve que retirar. Yo corría con Tomás Aguado y bajando la Braguía tenía un problema con los faros, que se apagaban y encendían. Al llegar al tramo de Tezanos, al control horario, tuve que parar a ver cual era la avería y salimos los dos del coche y dejamos las puertas abiertas. Encontramos el cable y lo reparamos con cinta aislante. Aquello estaba lleno de gente porque era el primer coche que llegaba y entonces me robaron el carnet de ruta yendo líderes del rallye. Allí nos quedamos, líderes sin ningún problema y sin poder seguir. Fue algo increíble. En aquel momento hubiera hecho trampas, hubiera falsificado el carnet porque me parecía injusto dejar la lucha por un papel pero así son los rallyes.

Esto es el Rallysprint de Hoznayo a Villaverde de Pontones de 1986, cruzando el Ascona en la bajada hacia Hoznayo. Si no recuerdo mal, Fidel hizo segundo tras el inalcanzable Puras con el R 5 Turbo.
Foto E. Lastra ©

Aquí tenemos la noticia de uno de los empates entre Fidel de la Peña y Manolo Cabo, en el Rallye de Cóbreces de 1986. Fue un rallye emocionantísimo, todos estuvimos pegados a la radio hasta el final del último tramo en Novales. Fuente: periódicos locales.

-E. L.: No queremos dejar pasar la oportunidad de hacer un homenaje a tus copilotos. Has corrido, que yo recuerde, con Pedro Martín, con J.L. Pellón, con Serafo Vaz, con Pepe Arrarte...pero con el que corriste más pruebas fue con tu hermano Víctor. ¿qué te aportó cada uno de estos copilotos? ¿qué destacarías, como recuerdo, de ellos? ¿cómo puede influir el copiloto en el rendimiento del piloto?
-Fidel de la Peña: Antes quiero hacer un inciso. Te puedo decir que yo he ganado 33 carreras y 5 campeonatos. Lo que más siento de todo esto es que jamás nadie, cuando yo me retiré, aún siendo campeón en el año 88, nadie me hizo nunca un homenaje, como hicieron a otros. Nadie nunca escribió una línea de que se retiraba un campeón; deje de correr y nadie dijo "Fidel se retira"; nada. A mi me gustaría más que mis copilotos hablaran de mi, que yo de ellos. Todos para mi han sido buenos. Todos me han dado confianza, y esto es muy importante. Posiblemente mi hermano Victor, con el que más corrí, es el que más me conocía. Recuerdo rallyes en los que sabía perfectamente como iba yo, y me decía: "Fidel, no vas bien", y yo también me lo notaba. Realmente uno no siempre tiene las mismas ganas, por diversas circunstancias; esto Víctor era el que más me lo notaba. Uno de los más efusivos era Pedro Martín. Cuando corría el cpto. de Castilla las pruebas de fuera las corría con Pedro y las de aquí con mi hermano Víctor. Ese año hice campeones a los dos, de Castilla y regional. Pedro había sido rival mío y me ganaba más él a mi que yo a él. Luego de copiloto, cuando lo hacía bien en pleno tramo dejaba de cantar notas y me daba palmadas en la espalda "eres el mejor, etc.". Era muy efusivo. Pepe Arrarte me daba mucha moral para correr, era un fenómeno. Te transmitía muchas cosas para obligarte a ir más rápido. Y una cosa muy importante: Pepe Arrarte vino a correr conmigo después de correr con Puras y, aunque no lo quieras, correr con un tío que ha corrido con un piloto como Puras te impone un poco, y tu también tratas de agradarle a él. De hecho, con él batí el record de Secadura. Me gustaría que le preguntarais a él, o a Tomás Aguado lo que piensan de mi. Ellos dicen que nunca han visto a ningún piloto, ni a Puras, mis manos. Dicen que se quedan con los pies de Puras y las manos mías. Les tengo que dar la razón, claro está...(risas). Aunque pueda no parecerlo, yo siempre he sido una persona muy modesta. Yo estaba un poco apartado de todo. Cuando acababa el rallye, había una serie de pubs que eran los tomacopas de todos los pilotos, ahí hacían los scratchs, etc...y yo nunca era de copas, porque nunca salía. Por esto igual han considerado que yo iba por encima de los demás, y esto jamás; he pecado de modesto siempre, no he alternado porque mi trabajo no me lo permitía. Terminaba el rallye y cuando los demás iban a dormir o a tomar algo yo iba al restaurante a trabajar.

Ganando el Rallye de Puente Viesgo de 1986. En este Rallye, Fidel se hizo con el campeonato regional de 1986. Es el tramo de Esles.
Foto E. Lastra ©

-E. L.: Con la llegada y posterior evolución de los GT Turbo, cada vez te costaba más ganar con el Ascona. Pero te resististe a comprar un GT, como hicieron casi todos, y, en 1987, le compras a Chus Puras el R 11 Turbo Gr. A, aquel S-2805-O. Este ya era un coche bastante serio, con el que Puras había luchado como privado por el campeonato de España. ¿cómo te sentó el paso, por primera vez, del tracción trasera al tracción delantera? ¿qué valorarías, comparativamente, del R 11 y del Ascona?
-Fidel de la Peña: A pesar de que yo ganaba a los GT Turbo con el Ascona, me pasé al R 11. Fue el coche que más me costó hacerme a él. Era un coche para ser más profesional. Fue el coche que más me hizo trabajar, me hizo ir a un gimnasio a hacer brazo, empezar a conocer el tipo de neumático a llevar delante o detrás, cambiar compuestos para equilibrar temperatura y desgaste. Una vez que cogía temperatura, era una lapa. El paso por curva era más rápido que el Ascona, pero menos divertido. Era de ir mucho más fino. Lo aprendido en los años anteriores lo tuve que cambiar con el R 11. Creo que llegué a ir rápido con aquel coche. Una cosa que me pasó con Pellón, que antes no llegué a explicar, fue que nos quedamos sin frenos bajando Alisas y allí volvimos a nacer. En la paella izquierda, en quinta, se me fue el pedal abajo. Aquello fue terrible. Había un 124 y una moto y les dieron siniestro total a los dos, porque en el momento del impacto tiré de freno de mano y les pegué con el lateral, desguazando el 124: yo no me hice nada y al coche sólo se le rompió la dirección. Aquello fue milagroso. Estaba todo lleno de gente y el 124; en una décima elegí chocar contra el coche. Era un coche que desde fuera parecía que no iba pero se podía entrar en las curvas muy rápido. Creo que al final me adapté a él; gané muchos rallyes con él y algún campeonato. Fue otro gran coche que tuve.

En 1987 Fidel le compra a Puras el Renault 11 Turbo Gr. A, con el que Chus causó sensación como privado en el Campeonato de España. Aquí Puras tomando la salida con este coche, en el Rallye Villa de Llanes de 1987.
Foto E. Lastra ©

Una de las últimas carreras de Fidel de la Peña: consiguiendo un gran segundo puesto en el Rallye de Trubia de 1988, en Asturias, ante los especialistas asturianos. Así lo recogían los diarios de nuestra región. Fuente: periódicos locales.

-E. L.: Ya finalizando, hablando de tu faceta como organizador, no queremos dejar pasar esta oportunidad sin felicitarte, a ti y a todo tu equipo, por la exhibición de buen hacer en el último Rallye de Cantabria, donde dominasteis magistralmente una situación muy delicada; buen hacer reconocido por los aficionados y por toda la prensa especializada a nivel nacional. Yo, en concreto, en la entrega de trofeos, me emocioné cuando te hicieron volver a salir y cuando Roig te entregó su trofeo. Fue un momento yo creo que histórico, ya que la fortuna lo quiso hacer coincidir con la noticia en directo de la victoria de Chus en Córcega. Nos gustaría que transmitieras a todos los aficionados que siguen cantabriarallye.net tus sentimientos en ese momento, en que la afición no parábamos de aplaudir, y era por ti.
-Fidel de la Peña: Era por mi, pero como cabeza visible de todo el equipo organizador. Fue un homenaje para todos. Ha sido lo más grande que me ha pasado en mi vida. De hecho, antes del rallye yo dije a todo el mundo que me retiraba, yo no iba a seguir organizando y ese homenaje es lo que me ha empujado a organizar el rallye como mínimo un año más, porque el rallye creo que no está valorado como debiera; me he cansado ya de pelear. Mi mujer era la que más me había presionado para dejarlo y, viendo la entrega de trofeos, es la primera que me ha dicho: tienes que seguir después de esto. Yo en ese momento también he pensado que tengo que seguir, en reconocimiento a este momento, que ha sido el mayor pago, o cobro, que he tenido dentro del automovilismo y lo más grande que me ha pasado en mi vida; aquellos minutos que duró esa ovación, que eran interminables, ha sido lo más emocionante que he vivido yo en mi vida. Fue espontaneo. Yo llegué al podium y, antes de empezar a hablar, una ovación...aquello se caía...en fin...no sé; podía haber sido el fin de este rallye, porque el que yo me vaya significa que nadie quiere seguir. Aquello me ha hecho cambiar; no se si cambiará el futuro del rallye. Os tendré informados. Ya tengo pedida audiencia con todo el mundo, veremos a ver que pasa. El problema es que termina el rallye y tienes que empezar de cero: ayuntamientos, Diputación, Telefónica....yo he estado a punto este verano de enfermar, con mi negocio y el rallye.
-E. L.: Para terminar ¿cómo ves los rallyes del regional ahora? ¿y los coches, en comparación con los años 80?¿Cambiarías tu época por esta?.
-Fidel de la Peña: Yo veo que hay una gran cantidad de pruebas, pero hasta el año pasado los rallyes de Cantabria eran una ruleta rusa, una falta de seguridad extraordinaria dentro de los tramos: caminos sin cortar, coches que se meten, etc.. Pero estoy viendo que la gente tiene muchas ganas de organizar, pilotos con ganas de triunfar, cada vez hay más pilotos; solo hay que ver la cantidad de pilotos cántabros que hay en las copas de promoción del campeonato de España. Cantabria ha sido y sigue siendo un paraiso de pilotos, yo no lo entiendo, lo pequeña que es Cantabria, las pocas licencias que hay y la calidad que tienen los pilotos de Cantabria; es increible. Yo podré decir con los años que contribuí a abrir un camino en el automovilismo de Cantabria, cosa que nadie dice. Yo gané un campeonato de Castilla y detrás de mi vino Puras, que es ahora mismo el estandarte del automovilismo de Cantabria, lo cual no quiere decir que los medios de comunicación se fijen solo en Puras. Como anécdota, después del rallye, yo dije: ¿qué os apostáis a que la cabecera de los diarios es mañana Puras, y no el rallye?. Y acerté, cuando lo justo es que hubiera habido una cabecera a partes iguales, mitad Puras y mitad el rallye. El rallye es una vez al año y se merecía un poco más de notoriedad, por todo lo que pasó.
-E. L.: Agradecemos a Fidel de la Peña el tiempo que nos ha dedicado en esta agradable charla, que esperamos haya sido de su agrado.
-Fidel de la Peña: Yo encantado de poder atenderos. Un saludo para todos los aficionados y ánimos para Cantabriarallye.net, que al automovilismo de Cantabria le hacen falta iniciativas como estas. Me tenéis a vuestra disposición para lo que queráis.
© Eduardo Lastra
-Agradecimientos: Agradecer a Fidel de la Peña su generosidad al concedernos todo este tiempo para realizar la entrevista y la cantidad de datos y anécdotas que nos ha contado, que esperemos sean del agrado de todos los aficionados. Disculpas por la baja calidad de las fotos; entre que ocupaban mucho y que mi cámara en aquellas épocas era casi a vapor, he intentado conseguir la mejor calidad posible.





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