Audi Quattro
CAMPEONATO DEL MUNDO DE RALLYES
COCHES MITICOS DE AYER Y DE HOY
Quinta entrega: comienza la era de los Grupo B:

Audi Quattro: la revolución se llama tracción a las 4 ruedas.
Con este vehículo Audi creo la leyenda que sustenta la marca: la tracción total Quattro aplicada a un coche de serie, cuando ninguna marca se atrevía a aplicar este complejo sistema en un vehículo de turismo. Debemos quitarnos el sombrero ante esta demostración de audacia por parte de Audi; quizás la revolución más importante dentro de la historia de los rallyes del mundial: la introducción, hace ya 20 años, de un complejo sistema de tracción total, aún vigente hoy (sistema Quattro), en el mundo de los rallyes. Esta revolución, sin lugar a dudas, dió lugar a la aparición de los tan añorados Gr. B, con unas potencias tan espectaculares que nunca se hubieran podido transmitir a un solo eje.
Audi partió de su coupé Quattro, presentado en Ginebra en 1980, para realizar la auténtica bestia de los rallyes de principios de los 80.
Para no extendernos en esta sección de coches míticos, en esta entrega analizamos todas las evoluciones de este vehículo: el primitivo Audi Quattro de Gr. 4, el Quattro A1, ya de Gr. B, como todos los siguientes, el Quattro A2, el Quattro Sport y, para finalizar, el vehículo de rallyes más bestial (no el más efectivo) de la historia, el Audi Quattro S1, o E2.
El Quattro partía de un motor delantero de 5 cilindros en linea, de 2144 cc. turbocomprimido, que rendía, en Gr. 4, unos 350 CV. de potencia. Pesaba 1150 Kg. y disponía de una tracción a las 4 ruedas con tres diferenciales. Corrió en parte de 1981 y 1982 completo. En 1981 gana Suecia y RAC con Mikkola y SanRemo con Michele Mouton. En 1982 gana Portugal, Acrópolis y Brasil con Mouton, 1000 Lagos y RAC con Mikkola y Suecia y SanRemo con Blomqvist. En 1982 gana el campeonato del mundo de marcas.
El Quattro A1 era ya un grupo B. El motor era el mismo que el del Quattro, con bloque de aluminio, pero con 370 CV. de potencia. En la carrocería se trabajó para reducir peso, con puertas de aluminio, cristales de plástico y numerosos elementos de kevlar. El coche pesaba 1100 Kg.. El coche corrió en parte de 1983. Ganó, con Mikkola, Suecia y Portugal, colaborando al título de 1983.
El Quattro de Mouton en Córcega de 1981
El A1 de Mouton en Montecarlo de 1983
Fotos cortesía del libro "Rally Cars", de Reinhard Klein
El Quattro A2 era casi gemelo del A1. El motor bajó a 2109 cc. conservando la potencia. Las puertas pasaron a ser de kevlar y el peso se redujo hasta los 1000 Kg.. Desapareció el diferencial central. Corrió en 1983 y 1984. En 1983 ganó Argentina y 1000 Lagos con Mikkola y el RAC con Blomqvist. En este año 1983 ganó el título de pilotos con Mikkola. En 1984 ganó Montecarlo con Rohrl; Suecia, Acrópolis, Nueva Zelanda y Argentina con Blomqvist y Portugal con Mikkola. En este 1984 ganó el campeonato del mundo de marcas y el de pilotos con Blomqvist.
Estos fueron los modelos más exitosos de Audi. Las dos siguientes evoluciones se estrellaron contra una competencia de última generación. El Audi Quattro se encontró con uno de sus puntos débiles: su excesivo peso y el reparto de pesos, derivado de su motor delantero longitudinal, generaba un comportamiento subvirador concluyendo que no podía competir con sus rivales de motor central (¡y vaya rivales: 205 T16 y Delta S4!). Aunque el palmarés de estos coches no es significativo, los incluimos dentro de los coches míticos porque, para muchos de los aficionados que tuvimos el privilegio de verlos en acción, tanto en el asfalto de Montecarlo como en la tierra de Portugal, son los coches más espectaculares jamás vistos en las carreteras, sobre todo por su potencia.
El Quattro Sport era un coche nuevo: partía del chasis del A2, pero acortado para ganar en agilidad. El nuevo motor delantero longitudinal de 5 cilindros y 2121 cc. turbo rendía (¡madre mía!) ¡¡¡550 CV.!!!. La carrocería era de kevlar y la caja de cambios de 6 marchas. El peso era de 1200 Kg. Ganó el Costa de Marfil de 1984 con Blomqvist.
El Quattro S1 partía del Sport. Para paliar el comportamiento subvirador, se colocaron numerosos spoilers y alerones, dando al coche apariencia de auténtico avión, lo que realmente era. El motor de 2110 cc. rendía, según Audi, hacia 630 CV., pero en aquella época se habló de que, en asfalto seco, se llegó incluso a rondar los 800 CV ¡para 1090 Kg. de peso!. No sorprende hablar de aceleraciones cercanas al 0-100 Km/h en torno a los 2 segundos, en circunstancias favorables y de menos de 3 seg. en tierra. Personalmente, de este coche (y del Sport) me sorprendíeron varias cosas: 1.- la forma como "araba" la tierra, 2.- que no había manera de llevar más de dos segundos el acelerador a fondo sin levantar, 3.- los impresionantes vuelos rasantes en los saltos de Finlandia y 4.- el sonido de su motor: un concierto de cinco cilindros y 25 válvulas, turbo sin brida, inyección y 2.1 l. de cilindrada; sonido mezcla de F1 atmosférico y de F1 turbo que ponía los pelos de punta cuando lo escuchabas en directo. El gran Walter Rohrl dijo que este fué el único coche en toda su carrera que se le escapaba en ocasiones de las manos, tal era su brutal potencia. Solamente ganó, precisamente con Rohrl, el SanRemo de 1985, pero también se ganó el corazón de todos los aficionados que pudimos verle en acción, con imágenes inolvidables que muy dificilmente se repetirán. Quattro Sport y S1, ¡chapeau!.
Los A2 de Rohrl y Mikkola en Portugal de 1984.
El Sport de Rohrl en Montecarlo de 1985.
Fotos cortesía del libro "Rally Cars", de Reinhard Klein.
El S1 de Rohrl en SanRemo de 1985, que ganó.
Rohrl en SanRemo 1985 concentrado en como domar su S1.
Fotos cortesía del libro "Rally Cars", de Reinhard Klein.
Texto: E. Lastra




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